Cuando la oscuridad viene a verme
recuerdo el negro de tus pupilas
clavado en mi alma,
susurrándome a cada segundo
que soy tan corriente que nadie se giraría al pasar,
que mi inteligencia falta
y mis malos modales sobran.
Se hace noche cuando me convences
y me rindo,
abandono mis principios, mis sueños, mis metas,
lo que siempre me mantuvo en pie.
Porque no soy nadie si no soy como tu quieres,
nada está bien si no es lo que tu decides,
nunca es suficiente
y yo ya he dicho basta.
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